El magnate de la informática que ahora regala su fortuna: Irwin Jacobs
Las telecomunicaciones fueron un negocio que, al principio, no muchos se animaron a explorar. Sin embargo, quienes dieron el paso no solo vieron grandes oportunidades, sino que ¡batieron récords en ingresos! Algunos crearon verdaderos imperios, convirtiéndose en multimillonarios.
Entre estos pioneros destaca Irwin Jacobs, un hombre que, además de acumular una fortuna impresionante, ha sorprendido al mundo con su generosidad. Jacobs ha multiplicado su patrimonio a lo largo de los años y no se ha olvidado de devolver algo a la sociedad, donando importantes sumas a causas benéficas.
Cómo Jacobs se transformó en un gigante de la comunicación inalámbrica
Nacido en 1933 en New Bedford, Massachusetts, Jacobs es un ejemplo de cómo la educación puede abrir puertas. Estudió ingeniería eléctrica en la Universidad de Cornell y se graduó en 1956. No se detuvo allí: en 1959 obtuvo su doctorado en el MIT, concentrándose en el campo de las comunicaciones.
En 1968 fundó Linkabit, una empresa dedicada a desarrollar tecnología para conectar satélites y computadoras. Esto fue crucial para sentar las bases de la informática móvil. Con el tiempo, en 1980, Linkabit se fusionó con otra compañía, solidificando la reputación de Jacobs como un verdadero innovador en el ámbito de las comunicaciones digitales.
Su obra maestra llegó en 1985, cuando cofundó Qualcomm en San Diego con una inversión inicial de 2.5 millones de dólares. Fue el artífice de CDMA, una tecnología que permite realizar múltiples llamadas desde un celular, lo que generó millones de dólares en ingresos y se convirtió en el estándar global de la telefonía móvil en 1993.
Con Qualcomm saliendo a bolsa en 1991, Jacobs estuvo al mando hasta 2005, llevando la compañía a alcanzar miles de millones en ventas. Se estima que en 2025, sus chips estarán en uno de cada tres celulares. ¡Todo un legado en el mundo de la tecnología!
El patrimonio y la generosidad de Irwin Jacobs
El patrimonio de Irwin Jacobs se estima en 1.2 mil millones de dólares para 2025, gracias a su participación en Qualcomm. Él y su esposa Joan han sido muy generosos, donando cerca de 700 millones a diversas causas de ciencia, salud y medio ambiente.
Por ejemplo, donaron 250 millones a la UC San Diego para la construcción del Jacobs Medical Center, un hospital que ha salvado muchas vidas desde su apertura en 2016. Además, en 2021, Jacobs aportó 100 millones al Salk Institute para investigaciones sobre el cerebro y otros 10 millones en 2025 al Museo de Historia Natural de San Diego, apoyando proyectos para conservar la biodiversidad local.
En 2010, Jacobs se unió a la iniciativa Giving Pledge, un compromiso que asumen multimillonarios para donar al menos la mitad de su fortuna durante su vida o en su testamento. Su generosidad se extiende a la educación y las artes, con aportes de 133 millones a Cornell Tech, ayudando a transformar vidas más allá de la suya, asegurada por su increíble fortuna.
La historia de Jacobs es un recordatorio de que, a veces, detrás del éxito financiero hay un fuerte deseo de hacer el bien.